miércoles, 14 de enero de 2009

EL VERDADERO NUMERO DEL DIABLO

Esto es el primer captulo de un pequeño relato. Espero que les guste.

CAPITULO 1 LA ECUACION IMPOSIBLE

Cuando John se paró frente a la librería no sabía por qué estaba allí, únicamente un impulso le había hecho que se parara justo en el escaparate. Como si fuera un viejo atlante allí se quedó ordenando al cuerpo que se moviera que se fuera, luchando contra su mente y aquella sensación, aquella urgencia.

Con una mirada intentando recordar aquello que estaba oculto en lo más profundo de su mente, deslizaba los ojos por entre todos los artículos que estaban expuestos: novelas románticas, de ciencia ficción, algo de misterio pero sobre todo novela histórica. Nada de aquello le interesaba, ¿eso creía? Sus ojos se posaron en el interior de la librería, entre el reflejo de su cara inquisitiva y los ojos lejanos, aquellos ojos que ponemos intentando recordar un pensamiento escondido, vio un mundo alejado del ajetreo de la calle. Como plantas que crecen libremente en el campo, en el interior se alzaban enormes estanterías hasta el techo, repletas de tomos de libros, unos de aspecto mas vivo, otros con años de experiencia, que pasaron por muchos propietarios, dejando en ellos y ellos en él, algo profundo de sí mismos.

Un hombre vagaba por los pasillos algo oscurecidos, buscando diferentes tomos, cogiendo unos dejando otros. El hombre se paró justo en el pasillo que John desde fuera podía ver muy bien. Colocó algunos ejemplares, en una estantería de los lados, del montón que llevaba. Dejó la pila en una de las baldas para colocarlos luego. Se iba a ir hacia el fondo pero al final desistió, mirando hacia la calle… hacia John, agachó la cabeza para poder ver por encima de las pequeñas gafas, que se deslizaban hacia la punta de la nariz. Miró a fuera, se subió las gafas tocando el puente de estas con el dedo índice y se dio la vuelta mirando al fondo y dando la espalda a John por un momento. Cuando se volvió las gafas de nuevo se le deslizaron hacia la punta de la nariz, miró otra vez a John y una sonrisa se dibujó en su cara, yéndose hacia el mostrador donde le esperaba una joven pelirroja.

John seguía frente al escaparate hipnotizado por algo que no sabía, permanecía con la miraba fija, drogado, sobre ese pasillo. La tenue oscuridad y el reflejo del cristal no dejaban ver nítidamente de que trataban los libros o las secciones desde fuera. Una cortina de luz apareció al fondo del pasillo inundando de luz la estantería del fondo que estaba pegada a la pared. John salió de su letargo al comprobar lo que reposaba sobre una de las baldas: Un libro rojo apoyado sobre los cantos de los otros libros predominaba de entre los demás, no sólo su color e incluso ni siquiera que estuviera fuera de la colocación habitual en una estantería. Desde el exterior parecía que no disponía de portada, sólo el rojo predominante. Aquel libro era la razón de que le mantenía allí, aquel libro le estaba llamando.

El sonido de la campanilla avisaba que un nuevo cliente entraba, John abrió la puerta y no hizo caso ni al saludo del viejo con las gafas en la punta de la nariz, ni el “buenos días” de la joven pelirroja. Fue directo a aquel pasillo, a aquel libro. Los rayos del sol hacían brillar los detalles dorados de la portada. Carecía de titulo, únicamente la presentación consistía en la rojez de las tapas, unas suaves y rojas tapas de tela, algo ajadas, los picos descoloridos y rotos. En portada estaba dibujada un marco dorado de sinuosas líneas, pero nada más. Ni titulo, ni autor. Detrás, lo único que diferenciaba su anverso de su reverso, ahora se daba cuenta mirándolo detenidamente, cautivado por aquel volumen; era que en el interior de aquel marco de oro, en la esquina inferior derecha. Aparecía una pequeña inicial, pero esta vez plateada, una “C” de estilo antiguo como aquellas de las ediciones medievales. La tocó, acarició con el dedo índice, pero ese momento fue interrumpido por el viejo que se colocó las gafas en el pecho, colgando de un hilo que le rodeaba el cuello. John apretó el libro contra sí, temiendo que se lo quitaran.

-Veo que ha elegido, una excelente elección pero…-dijo al John intentando acercar la mano al volumen.

-Me lo llevo ¿Cuánto es? ¡Pagaré lo que sea!

-¿No le gustaría ojearlo?

John se quitó el libro del pecho y lo miró con deseo, pensado la pregunta.

-N… no-dudó.

martes, 13 de enero de 2009

EL DIAMANTE AZUL GUIA DE PERSONAJES Y GLOSARIO

Lo prometido es deuda, aquí tenéis la guia de pesonajes y el glosario.
Es una versión "beta" pues tenía otra algo más lograda pero se me ha muerto los HD y esta es la copia de seguridad más reciente.
Muchos de los personajes están ya definidos, a otros les falta un poco, el documento tiene erratas pues como digo es una beta.

http://sites.google.com/site/atravesdeunalentedetristeza/Home/GU%C3%8DADEPERSONAJES.docx?attredirects=0

Cuando lo pule un poco más pondré su versión terminada o por lo menos lo que le corresponde a lo que hay de relato.
Tambien estoy haciendo un mapa muy parecido a los del tipo ESDLA (Léase el señor de los anillos) como si fuera un pergamino.
Desde aquí digo que si alguien lo lee y desea proponer un tipo de mapa y colaborar en hacerlo, estaría gustoso de aceptarlo.

domingo, 11 de enero de 2009

EL DIAMANTE AZUL Continuación

Pues aquí seguimos con la continuación de EL DIAMANTE AZUL.
Desde antes de empezar a escribir decidí hacer una especie de GLOSARIO, con los términos, mitología y demás cosas del mundo que habita Gael... Deseo que se expanda cual Tierra Media JE JE.

En el glosario que espero poder ofreceros pronto, ya que como no puedo subir archivos a este blog he de buscar otro hosting y linkear, hay información que expande de una manera, es mi parecer, "bigbangniana" ¿¡qué palabro!? el universo que si mal no recuerdo tiene nombre... Le puse nombre pero en las notas que dispongo no lo encuentro (que cabeza la mia)

Bueno, en definitiva, os dejo con una pequeña continuación de EL DIAMANTE...

"Y muy lejos de allí, concretamente al sur muy al sur en la pequeña, y para muchos inexistente, isla de Isala, dos jóvenes gnomos vivían en desacuerdos con su mundo, condenados al estudio de su tierra y su historia. Una de las cosas que menos les gus-taban, los jóvenes esclavizados por la tradición deseaban vivir aventuras fuera de los territorios de los gnomos, aullaban por algo de acción, amaban el desconcierto que pro-duce la ignorancia, querían volver a maravillarse con la belleza del mundo.
-¡Por el Dios de los cielos!-aulló Vadid lanzando a la otra parte de la mesa uno de los manuscritos.-Estoy ya harto de tales relatos: Plantas medicinales, historia antigua, genealogía, todo lo hemos estudiado desde nuestro nacimiento y por el Dios de los cie-los nuestro padre no nos salir más allá de estas costas.
-Si tu estúpido deseo de luchar no hubiera florecido, nuestro padre nos respetaría ahora y no tendríamos que rogarle cada vez que deseamos ir a las playas del sur de la isla.
-Sin ese estúpido deseo ¡hermanito! no hubieras salido de los territorios de las minas ¡je, je!-se vanaglorió Vadid.
-¡¡Incompetente testarudo!!-gritó Luar tirando por todo el suelo los pergaminos que había en la mesa.
Los gemelos deslizaron la cabeza hacia la ardiente chimenea que presenciaba la contienda, uno de los manuscritos rodaron por el suelo y se deslizaba despacio hasta caer en las chisporroteantes brasas. Los hermanos gritaron al unísono y se abalanzaron sobre el papel, lo cogieron a la vez y soplaron apagando las llamas que lo cubrían.
-Es mío-decía Luar tumbado en el suelo con las dos manos asiendo fuertemente el chamuscado pergamino.
-Yo lo he apagado antes, ahora lo tengo yo-replicaba su hermano también aga-rrando el papel.
-Comportaos como lo que sois-aulló una voz desde la puerta. Los hermanos gira-ron la cabeza y vieron la reluciente corona y la nívea barba de rey.-Vosotros sois los gnomos más famosos de toda nuestra historia y os comportáis como simples Sporadicus sin mente.
Los gemelos se levantaron raudos, se atusaron un poco y se limpiaron el polvo de las ropas.
-Mirad-sentenció el viejo gnomo señalando la vestimenta de los jóvenes-Sois como los cerdos que criamos en las granjas, sois aquello que ya no es recordado por nuestros más ancestros. Vuestra actitud es francamente reprochable. Ni el gnomo más pobre se comportaría de tal manera.
Mientras el rey gnomo les relataba la acostumbrada retahíla, los gemelos inten-taban esconder tras de sí el quemado manuscrito.
-¿Por qué hacéis que me iracunde cada vez que intento hablar con ustedes? ¿Decídmelo ahora que nadie nos escucha? Hablad por aquellas bocas que hacen que las jóvenes se postren ante vos.
-¡Padre!-la voz de Vadid se convirtió en un hilillo-Estamos-Luar le dio con el codo y éste rápidamente rectificó-ESTOY harto de como nos trata, tenemos más de cien ciclos y muchos de nuestros documentos-dijo cogiendo de la mesa un puñado de ma-nuscritos,-son esenciales para todas las razas...
-NO permitiré que volváis a poner en peligro a la corona con vuestro deseo de lucha-gritó el rey.
-Únicamente te importa la corona y tu reinado-aulló Vadid. En sus ojos había ira pero pudo ver en los ojos de su padre el dolor causado por aquellas palabras.-Lo siento- rectificó calmado.
-Echaría esta corona a las brasas que calientan esta habitación, si con ello supiera que estaríais seguro. Hijo no deseo que vuelva a ocurrir lo mismo que pasó en los territorios de las minas.
-¡¿Las Minas?! Las condenadas minas... fue hace mucho tiempo.


La cálida luz de la chimenea se disipó, el cuerpo inerte del estúpido humano en-torpeció la entrada de su asesino. Muchas espadas, hachas, mandobles y flechas se en-cendieron como antorchas con una luz casi celestial. La oscuridad se sumió dejando la única luz de las armas, los rojos ojos se deslizaron por la oscuridad y Gael notó un peso en su hombro, la fría mano lítica se posó en él.
-Si nos ayuda a destruir la oscuridad que se cierne sobre nosotros hallará la in-formación que deseas-dijo la ronca voz.
Gael sintió un pinchazo en su pierna, notó como la sangre le fluía. Una ardiente flecha cruzó la oscuridad, el gemido de un mercenario acuchilló el silencio. Gael aceptó la oferta viendo como las armas de los demás danzaban solas. El elfo blandió el arma y notó como la hoja se hundía en la putrefacta carne de un Sporadicus.
En la oscuridad los ojos entrenados de un elfo no servían para nada, pero sus oí-dos era tremendamente sensitivos. Las largas noches de los campos de batallas eran buen ejemplo de ello. A todos se les había quedado grabado a fuego en su memoria, los gritos de los prisioneros capturados por el día. Y cuando despuntaba el sol, cuerpos desmembrados empalados en gigantescas estacas de madera, cráneos partidos por mazas pintadas de rojo con la sangre de sus víctimas, caras de espanto y terror petrificadas por con el miedo a sus enemigos.
La luz se hizo rápidamente, el elfo miró hacia arriba y todo el techo ardía como una tea, trozos de techumbre caían sepultando a los inútiles mercenarios. Gael miró hacia la puerta y una inmunda criatura bípeda, casi completamente inundada de pelo con colmillos hediondos, ojos inyectados en sangre roja y ríos de baba cual perro rabioso levantó un herrumbroso hacha por encima de su cabeza y asestó un hachazo en la espalda de un indefenso hombre. El Sporadicus rió como un cerdo, arrancando la hoja ensangrentada de la espalda del cuerpo partido del humano. Gael levantó su espada y con rápido movimiento partió por la mitad el cuerpo infestado de pelo, el hacha cayó al suelo con ruido sordo. Sus oídos captaron una respiración a su espalda, se volvió con la espada por encima de su cabeza y por el rabillo del ojo percibió un resplandor. Cogió el hacha del suelo y lo lanzó con toda la fuerza que pudo reunir, el arma voló por la habi-tación incrustándose en el pecho de otra inmunda sombra de la noche, de su boca salió sangre mezclada con baba. El elfo saltó hacia fuera de la taberna, bloqueó con su espada varias flechas ardiendo y destrozó con ella varios cuerpos de Sporadicus. El oído le vol-vió a avisar, pero esta vez era demasiado tarde. Consiguió bloquear varios hachazos de las sombras pero dos flechas se incrustaron en su carne élfica: una el hombro derecho y otra en el muslo izquierdo. De la boca de Gael no salió ningún sonido, arrancó un trozo de cada flecha y lo tiró al suelo. En su cara había ira. Cerró los ojos y se dejó llevar por el código del guerrero, ahora sus oídos eran su único sentido.

El gnomo incrustó sus pocas pertenencias en una vieja bolsa de piel de Dak, re-galo de un amigo como despedida por la vuelta a las nobles tierras de Isala, y se dispuso a partir fuera de sus campos maternos.
-Hermano que estáis haciendo. Sabéis que padre no os dejará salir de aquí.
-Aunque mis manos se manchen de sangre y el mismísimo dios baje para lavár-melas nunca dejara que salga de estas paredes.
-Sólo quiere protegernos del exterior.
-Únicamente es un viejo enfermo y amargado, tengo la suficiente edad como para valérmelas por mí mismo.
-¡Pero! ¿Y nuestra coronación? ¡Somos sus herederos!
-Eso me da igual, madre está llevando el reino muy bien-dijo cargándo sus pocas pertenencias a la espalda.-Además únicamente uno de nosotros puede reinar... o tú quieres ser la nueva reina."

Bueno... He recibido correos en los cuales se decía que el relato anterior y seguro, desgraciadamente este, tenía falta de ortografía. Puede que como hago un copy/paste del archivo de word muchos de los formatos se pierdan, no preocuparos que en vista de tales errores, en el mismo momento que consiga subir archivos, pondré íntegro el archivo de word, con el susodicho GLOSARIO y LISTA DE PERSONAJES.

sábado, 10 de enero de 2009

Movimiento Bookcrossing

Llevo ya algo de tiempo en lo que se conoce como Bookcrossing, una comunidad donde se comparte libros, seguro que muchos saben de este movimiento, cuyos participantes, llamados BECEROS, hablan y se pasan libros. ¡Lo recomiendo!
Su página web original es: www.bookcrossing.com pero tambien existe un mirror en español en la siguiente web: www.bookcrossing-spain.com.
Cuando llevas un tiempo en algun sitio, te gusta evolucionar y si compartes tus libros te gusta personalizarlos.
Aqui teneis varias etiquetas hechas por mi para colocarlas en los libros.

martes, 6 de enero de 2009



Espero que el roscon junto con los regalos de los tres hombres que curran menos que el sastre de Tarzan, perdonad la broma, no os empachen de fiestas navideñas...
Aun asi solo nos espera descansar hasta que llegue abril que son fiestas de menor apogeo que las navidades pero siempre habra una escapada JE JE.

sábado, 3 de enero de 2009

¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!




Con tres días tarde, afortunadamente no de resaca, felicito a todos la llegada del año nuevo.
El año 2008 se ha ido y llega un 2009 que por las previsiones va a ser negro muy negro. Seguro que en un futuro, dirán que aquí es cuando realmente empezó el siglo XXI. Nada de 2000, el 11S o la guerra de Irak. Esto si que va a ser un punto recordado, el estallido de sopetón del globo de las ganancias-finanzas, una explosión que va a inundar al planeta en una crisis (y espero que hayamos aprendido lo que pasó con el crack del 29 y salgamos de aquí mucho antes) que dicen que no saldremos hasta mediados de 2010 y seguro que, desgraciadamente, dejando en la cuneta a muchos otros para el denominado "primer mundo" se "¿recupere?"
Bueno que me voy por las ramas, el 2008 nos dejó muchos buenos recuerdo, ¡Yo por fin estuve casi un año en un trabajo JE JE! Tuve mi primer acceso óptimo a internet, que ya es algo por lo que rezar...
Con los primeros días del nuevo año siempre nos hacemos los clásicos propósitos que a la noche siguiente ya están destruidos. Los míos son sencillos para aquellos que los leen y no están en tú pellejo: Terminar por fín un novela, leer aquello que te queda, encontrar un trabajo que dures mas de un año... ¡¿Estar más atento a este blog JE JE?!
Rn definitiva, que paséis un buen año que todavía queda los reyes...
¡¡¡ADEMAS YA QUEDA POCO PARA SEMANA SANTA JE JE!!!