sábado, 26 de diciembre de 2009

Sólo tres palabras...

Nunca se acostumbraba a la dulce voz del sistema de IA que todas las mañanas le despertaba como una sirviente esposa. Con sus piezas preferidas de Jazz, Blues, Clásica... aceptó el café, eufemísticamente llamado así a un polvo hidrosoluble creado por la genética modificando las plantas autóctonas del planeta, y dejó que la cama se limpiara y recogiera por sí misma.

Bostezó y se acercó a la enorme cristalera para contemplar como detrás de la enorme luna que en el horizonte se iba escondiendo, aparecía un tenue sol rojo, que no le quedarían pocos años para que muriera estallando en energia pura, dejando tras de sí sólo la palidez de una enana blanca.

Y mientras contemplaba como las estrellas desaparecian del un cielo cada vez más iluminado, pensó en lo que una vez fue el planeta, desértico, sin apenas vida. Hasta que por aquel entonces unos locos decidieron que podian cambiar su rostro. Lo que una vez eran territorios de enormes cuencas secas, extensiones de arena caliente, y lechos de ríos agrietados como la cara de un anciano, se convirtió en edénicos paisajes de colores inimaginables: cielos verdes, arenas violetas y mares rojos, eran el nuevo aspecto vivo y palpitante que intentaron con ello recrear lo que una vez fue la única casa del ser humano: La Tierra.

Y allí sólo con sus pensamientos...
... tres palabras...
ES EL FINAL...

No hay comentarios: