sábado, 2 de enero de 2010

Basado en... ¿una historia real?

Entré temeroso, pero sabiendo que ella nunca me haría nada, lo prometió.
Sus ojos estaban inyectados en sangre, sentí hacerle esto pero no tenía más remedio si quería salvarla. Encendí la porra eléctrica y le pinché con ella se revolvió llena de ira cuando la corriente le recorrió todo el cuerpo. Aún tenía inteligencia. Se calmó y en respuesta de un movimiento de la porra se pegó a la esquina escogiéndose en ella.
Entré en la jaula y la contemplé, ahora temerosa, expectante, en espera. Como un animal a punto de atacar y cuanta razón tenia…
Miradla me decía, sucia, rabiosa, muerta. Pero aún su pálida piel conservaba los rasgos de vida, aún los pechos eran firmes, aún las aureolas conservaban el tono rosado que me encantanba, aun tenia vida, AUN ERA ELLA. Cuan equivocado estaba.
-Lo siento-dije-LO SIENTO-lloré delante del cuerpo que lo único que podía pensar ahora era en abalanzarse sobre mí e hincar los dientes en mi cuerpo arrancarme a mordiscos las entrañas y partirme el cráneo y las costillas con su recién adquirida fuerza.
Lloré lloré por ella y por mí pues ya no podría hacer nada, la prometí que la salvaría la dije que siempre estaría a su lado pero fallé dejé que uno de ellos le mordiera, le mordiera por que tenia miedo. Sólo fue un segundo pero lo suficiente para perderla.
Y me rendí, apagué la porra eléctrica y la tire deje que me poseyera, la utlima vez que estuviéramos unidos. Lo entendió en el mismo momento que cayó, de entre la maraña de pelo rojo, un ojo carmesí me miraba, me aceptó y la acepté.
Cuando sentí su mordisco destrozarme el cuello como una vampiresa no noté el simbolismo sexual que decían del mordisco de los vampiros, sólo sentí dolor, dolor por la perdida y alivio. PAZ. Por fin acabaría esta sin razón y esperaba que me reuniera con ella allá donde fuera y que me perdonara, porque aquello que dejaba atrás sólo era simple carne, carne muerta, carne viviente que solo pensaba en aniquilar todo lo que viera, casi como la misma esencia del ser humano.
Cuando me soltó aun conservaba vida, mis manos conservaban algunos dedos, y en el cristal que había fuera de la celda pude ver como me había arrancado los musculos de los mofletes, dejando una sonrisa maléfica, como aquella que DOS CARAS el personaje de Batman lucia. Su sangre se mezclaba con la mia en el un charlo con mis manos mutiladas recogí un poco como mana del cielo y me lo llevé a la cara, para saborear por ultima vez su esencia.
Pero para mi sorpresa, los últimos segundos de mi vida depararon el infierno que siento en estos momento mientras veo y siento como sus nuevos amigos, que han conseguido destrozar la barricada, se llenan los cuerpos de mis intestino calientes. Su cuerpo desnudo deja de contorsionarse la mirada iracunda, pasa a ser lo que antes fue llena de vida e intelecto. Agarra una de mis camisas blancas que tenia en el respaldo de la silla y se tapa con ella marcando con sus manos ensangrentadas sus huellas rojas en el blanco impoluto. De uno de los bolsillos saca el paquete de cigarrillos y enciende uno cual persona normal. Aspiró el humo del cigarrillo y lo soltó lentamente mientras comprobaba como mis ojos se nublaban y perdían todo rastro de vida… Todo el amor que una vez sentí por ella.

Basado en una foto de Flickr con agradecimiento a su propietaria x_missmorphine_x

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